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Pension contributiva y no contributiva

Plan de jubilación no contributivo

Siempre forma parte de una discusión con un cliente, particularmente con aquellos que están a 10 años de recibir su pensión estatal. En el caso de una persona de la pareja que nunca ha trabajado; tal vez haya trabajado en el extranjero, o tal vez simplemente no haya trabajado lo suficiente como para obtener las cotizaciones necesarias para tener derecho a una pensión estatal contributiva en Irlanda.

La buena noticia es que pueden tener derecho a lo que se conoce como pensión no contributiva. Esta pensión se paga a los mayores de 66 años que residen en Irlanda. Se paga a un tipo superior al 95% del tipo máximo de la pensión contributiva. Esto significa que, aunque el tipo máximo de una pensión contributiva es de 243,30 euros a la semana, pueden llegar a cobrar hasta 232 euros semanales, incluso si no ha cotizado lo suficiente a lo largo de su vida laboral.

La otra gran diferencia es que, mientras que puede seguir recibiendo la pensión estatal contributiva aunque ya no resida en Irlanda, debe permanecer aquí para seguir recibiendo la paga no contributiva. Por tanto, ¡no hay que trasladarse a la Costa del Sol!

La pensión estatal es una pensión contributiva que se paga a las personas a partir de los 66 años que tienen suficientes cotizaciones a la seguridad social irlandesa para tener derecho a ella. La pensión estatal contributiva no está sujeta a la comprobación de recursos y puede tener otros ingresos, como una pensión personal o profesional, y seguir recibiendo una pensión contributiva. Al igual que todos los demás ingresos, esta pensión está sujeta a impuestos, pero es poco probable que pague impuestos si es su única fuente de ingresos.

La pensión no contributiva es también una pensión estatal, pero se diferencia de la contributiva en que se basa en la residencia y es una ayuda condicionada a los recursos económicos para las personas de 66 años o más que no tienen derecho a una pensión estatal contributiva en función de su historial de pagos a la seguridad social.

La oferta de protección social de Paraguay es fragmentada y de baja cobertura, aunque en la última década se ha avanzado en el desarrollo de un sistema de protección social, compuesto por programas no contributivos, seguridad social contributiva centrada en los trabajadores dependientes, y sistemas de pensiones tanto contributivas como no contributivas.

Los programas no contributivos, como Tekoporá y Tenonderá, ofrecen apoyo a las familias vulnerables con niños y jóvenes, mientras que la Pensión Alimentaria actúa como una pensión básica para los ancianos en situación de extrema pobreza. Aunque, desde 2007, el acceso a la sanidad es gratuito y está garantizado a través de las instituciones públicas, los hogares que cotizan al sistema de seguridad social suelen utilizar los servicios de los organismos de seguridad social o los del sector privado financiados a través de planes de seguros privados. La baja formalización del mercado laboral, en torno al 30%, limita el acceso de los individuos y los hogares a la seguridad social.

Aparte del desarrollo de un sistema de seguro de desempleo, el Gobierno pretende poner en marcha su Sistema de Protección Social “¡Vamos!” para finales de 2023. Lanzado en la segunda mitad de 2018, se centra en tres pilares -asistencia social, inclusión económica y seguridad social- y con plena consideración de un enfoque de la protección social basado en el ciclo de vida y en los derechos, el sistema reunirá las iniciativas de protección social existentes y creará otras nuevas si es necesario.