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Solicitud de pension no contributiva

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¿Cuándo puedes solicitarlas? Si no tienes ingresos suficientes para vivir y no has cotizado previamente o lo suficiente, el sistema de protección social español dispone de una serie de prestaciones no contributivas para que puedas sobrevivir al día a día:

¿Qué requisitos debes cumplir? Pensión no contributiva de invalidez: debes tener entre 18 y 65 años y un grado de discapacidad o enfermedad crónica de al menos el 65%. Ser residente en España y haber vivido en el país durante 5 años, incluidos los 2 anteriores a la solicitud de la ayuda.

Pensión de jubilación no contributiva: debe tener 65 años o más, residir en España y haberlo hecho durante 10 años entre su 16º cumpleaños y la fecha de solicitud de la pensión, incluyendo los 2 años naturales inmediatamente anteriores a la fecha de solicitud de la pensión.

Prestaciones para españoles residentes en el extranjero y retornados: puede obtener una ayuda para españoles residentes en el extranjero si es de origen español, nacido en España, o de origen español, nacido en otro país, pero ha residido en España durante al menos 10 años, siempre que haya poseído la nacionalidad española durante todo este periodo.

Para solicitar la ayuda por invalidez, se necesita un certificado o carta del médico en el que se indique que el solicitante está incapacitado permanentemente para el trabajo; un pasaporte o certificado de nacimiento/bautismo o declaración jurada que verifique la fecha de nacimiento; y un formulario de solicitud de ayuda por invalidez cumplimentado. Antes de tramitar la solicitud, debe realizarse una visita al domicilio para determinar la necesidad.

Las personas residentes en Bahamas con edades comprendidas entre los 16 y los 65 años, que estén incapacitadas permanentemente para el trabajo, que no tengan derecho a la prestación de invalidez y que estén necesitadas pueden recibir la ayuda por invalidez.

b) una persona que haya alcanzado la edad de 65 años, que se haya jubilado de una actividad lucrativa y que, siendo una persona asegurada, no tenga derecho a la prestación de jubilación por insuficiencia de cotizaciones y sea considerada necesitada; o

c) una persona que haya cumplido 65 años y se haya retirado de la actividad profesional remunerada, sea necesitada y, no siendo una persona asegurada, resida en las Bahamas en la fecha de solicitud de la ayuda. Asimismo, debe ser ciudadano de las Bahamas o haber residido habitualmente en las Bahamas y haber trabajado por cuenta ajena o por cuenta propia durante un periodo no inferior a doce meses sin interrupción en los quince años inmediatamente anteriores a la fecha de la solicitud.

Las pensiones no contributivas, diseñadas para reducir la pobreza en la vejez sobre todo en países con baja cobertura contributiva, pueden inducir una serie de respuestas de comportamiento de los hogares. En este trabajo se comprueba si varían en función del número de beneficiarios y del género en Bolivia, uno de los países con menor cobertura contributiva del mundo. Aprovechando la discontinuidad en la elegibilidad a los 60 años en la pensión de la Renta Dignidad, estimamos estos efectos utilizando un diseño de regresión discontinua bidimensional, con la edad de los cónyuges como variables de forzamiento. Encontramos que, a pesar del aumento de los ingresos, el impacto sobre la pobreza es mixto y no significativo. Aunque potencialmente desconcertante, esto se racionaliza por las respuestas de los hogares. Cuando se reciben dos pensiones, el tamaño del hogar aumenta debido a que los hijos adultos de los beneficiarios trabajan en el hogar y a los nietos. Además, la oferta de trabajo femenino disminuye débilmente. En cambio, cuando se recibe una, las transferencias a otros hogares sólo aumentan si el beneficiario es varón. Nuestros resultados sugieren que la variación en el número de beneficiarios y en el género desempeña un papel relevante a la hora de explicar los efectos indirectos positivos de las pensiones en los hogares sin ancianos.