lClZt4NVqN4

Delegación del gobierno para la violencia de género

Los expertos del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer elogian a Bélgica por los enormes progresos realizados en materia de legislación y preguntan por la violencia de género y por las mujeres en puestos de decisión

El Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer ha examinado hoy el octavo informe periódico de Bélgica, y los expertos del Comité han elogiado al Estado por los enormes progresos realizados en materia de políticas y legislación, y han preguntado por los planes específicos para combatir la violencia de género, y por lo que se está haciendo para aumentar el número de mujeres en puestos de toma de decisiones.

Un experto del Comité dijo que se habían hecho enormes progresos en las políticas y la legislación de Bélgica, en particular la ratificación de los instrumentos sobre trabajadores domésticos, así como la ratificación del Convenio de Estambul.

Un experto del Comité preguntó cómo se garantizaría la coherencia de las políticas relativas a la violencia contra las mujeres. Algunos casos de matrimonio infantil y de mutilación genital femenina siguen sin ser denunciados; ¿cómo se reforzará la legislación contra las prácticas nocivas? ¿Qué ayuda se ofrece a las víctimas? ¿Cómo garantizará el Estado el cumplimiento de la obligación de proteger a las mujeres y las niñas contra la violencia de género en los próximos tres años?

La igualdad de géneros y la lucha contra todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas son cruciales para el concepto global de seguridad y estabilidad de la OSCE, y el Reino Unido elogia la labor de las estructuras ejecutivas de la OSCE en la aplicación del programa sobre la mujer, la paz y la seguridad.

Me gustaría destacar la utilidad y el valor de dos conjuntos de herramientas patrocinados por la OSCE. En primer lugar, el conjunto de herramientas para la “Inclusión de la mujer y los procesos de paz eficaces”, un valioso recurso para la mediación en todos los conflictos de la OSCE. Y, en segundo lugar, el conjunto de herramientas sobre género y seguridad, que proporciona una orientación política y programática práctica para los gobiernos, para las organizaciones regionales e internacionales y para las instituciones judiciales.

Sabemos que la violencia contra las mujeres y las niñas aumenta en escala y gravedad en los conflictos y las crisis, y esto se ha visto en el impacto perjudicial que la invasión rusa de Ucrania ha tenido en las mujeres y las niñas.

En abril, el Reino Unido lanzó el Código Murad, un código de conducta para documentar las experiencias de las supervivientes de la violencia sexual relacionada con los conflictos de forma que se respeten los derechos de las supervivientes. Ahora instamos a los gobiernos, a las autoridades nacionales, a las organizaciones internacionales y a la sociedad civil a que se comprometan a adoptar un enfoque centrado en las supervivientes en lo que respecta a dicha documentación, de acuerdo con las normas establecidas en el Código.

Una de cada cinco mujeres en el mundo ha sufrido abusos sexuales en la infancia y una de cada tres ha sido víctima de violencia física o sexual. Estas son las cifras citadas en el informe de 2014 de la Organización Mundial de la Salud sobre estas formas de violencia.

Hasta junio de 2019, 1.000 mujeres habían sido asesinadas por sus parejas o ex parejas desde 2003, año en que se empezó a registrar oficialmente la cifra. Y hasta el 30 de septiembre, el número total de mujeres asesinadas había ascendido a 1.021. Cataluña, con 156 muertes desde 2003, es una de las comunidades autónomas con menor prevalencia (una por mil).

La violencia ejercida por las ex parejas sentimentales ha provocado el deterioro de la situación económica de las mujeres afectadas en el 43,8% de los casos, el 21,2% ha tenido que cambiar de lugar de residencia, el 20,6% ha sufrido más aislamiento y soledad, el 19% ha mejorado las medidas de seguridad en su hogar, el 16% ha tenido que dejar su trabajo y el 14,6% ha solicitado la baja laboral como consecuencia de la violencia.

La violencia contra los hijos fue mayor en los casos de mujeres que habían sufrido violencia perpetrada por su anterior pareja. De las mujeres que habían sufrido violencia cometida por su ex pareja, el 31,4% tenía hijos o menores viviendo en el hogar y la violencia afectó directamente a estos niños en el 22,4% de los casos. En el 34,7% de los hogares con violencia de pareja había menores y éstos sufrieron violencia en el 6,2% de los casos.