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Los residuos suelen ser plásticos, de constructores, comerciales o domésticos que no se pueden reciclar y que no tienen valor monetario. Los residuos se comprimen en un bloque o “bala” y se ocultan con flejes de plástico.
La Agencia de Medio Ambiente quiere que los propietarios de inmuebles y terrenos estén atentos y se protejan mejor de estos individuos sin escrúpulos. También pedimos que las empresas, organizaciones y particulares gestionen sus residuos de forma responsable para evitar que lleguen a manos de delincuentes.
Los lugares de depósito incluyen inmuebles alquilados o en régimen de arrendamiento, en los que los delincuentes facilitan datos falsos para conseguir un espacio de almacenamiento, graneros o terrenos abiertos en polígonos industriales, granjas o propiedades privadas, y también son objetivo los remolques articulados en la vía pública o los aparcamientos.
En un intento por detener a los delincuentes de los residuos, la Agencia de Medio Ambiente hace un llamamiento a los propietarios de inmuebles y terrenos, a los agentes de la propiedad comercial, a las asociaciones comerciales y a las autoridades locales para que estén atentos. Con el asesoramiento y las comprobaciones adecuadas, los propietarios también pueden ayudar a protegerse.
La frecuente incautación de materiales de embalaje y productos semiacabados falsificados a su entrada en la UE apunta claramente a la presencia de instalaciones de fabricación en la UE (algunas para el montaje parcial y otras que ejecutan ciclos de producción completos).
Además de las categorías de ropa y productos de lujo falsificados incautados, existe un creciente comercio de productos falsos que pueden dañar la salud humana, como medicamentos, alimentos y bebidas, cosméticos y juguetes falsificados.
La producción de productos alimentarios ilícitos, y especialmente de bebidas, se ha vuelto más profesional y sofisticada, y algunos falsificadores abarcan toda la cadena de suministro y distribución. Las violaciones de las indicaciones geográficas protegidas también siguen siendo ampliamente denunciadas.
La evaluación de la amenaza pone de relieve que la distribución de productos falsificados se basa sobre todo en las plataformas digitales, una tendencia que se ha visto reforzada por la pandemia y la generalización del consumo en línea. Los productos falsificados se ofrecen en mercados en línea, a través de transmisiones en directo, vídeos y publicidad en plataformas de medios sociales y servicios de mensajería instantánea, y suelen dirigirse a los clientes con descuentos engañosos o productos de marca a bajo precio.
La Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) ha publicado un estudio en el que se evalúa la amenaza de los delitos contra la propiedad intelectual o la falsificación y la piratería en varios sectores de productos, así como los factores transversales que influyen en este ámbito delictivo. El estudio se elabora en colaboración entre la EUIPO y Europol y se publica con el título original de Intellectual Property Crime Threat Assessment 2019.
La mayor parte de la actividad delictiva relacionada con la falsificación la llevan a cabo grupos de delincuencia organizada, aprovechando el actual crecimiento del mercado digital, el marketing online y las redes sociales, mientras que los productos falsificados suelen distribuirse a los clientes a través de pequeños paquetes, lo que dificulta su detección por parte de las autoridades policiales.