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Delito de daños codigo penal

Significado del delito de incendio

(3)Un delito cometido en virtud de esta sección mediante la destrucción o el daño de la propiedad por medio del fuego se imputará como incendio provocado. Modificaciones, etc. (sin alterar el texto)C2S. 1 aplicada por la Ley de Seguridad Aérea y Marítima de 1990 (c. 31, SIF 39:2), art. 18(2)C3S. 1 ampliado (prosp.) por la Ley de 1983 relativa a los delitos nucleares (c. 18, SIF 8), art. 1(1)(b) C4S. 1 ampliado por la Ley de 1978 sobre las personas internacionalmente protegidas (c. 17, SIF 39:2), art. 1S. 1 ampliada (27.4.1997) por 1997 c. 13, ss. 2(2)(b), 10(2)C5S. 1(1)(3) modificado en cuanto al modo de juicio por Magistrates’ Courts Act 1980 (c. 43, SIF 82), Sch. 1 para. 292 Threats to destroy or damage property. E+WA persona que, sin excusa legal, amenace a otra, con la intención de que esa otra persona tema que se lleve a cabo,-.

(a) destruir o dañar cualquier propiedad que pertenezca a ese otro o a un tercero; o (b) destruir o dañar su propia propiedad de una manera que sabe que puede poner en peligro la vida de ese otro o de un tercero; será culpable de un delito.

Modificaciones, etc. (sin alterar el texto)C6Ss. 2, 3 modificados en cuanto al modo de enjuiciamiento por la Ley de Tribunales de Magistrados de 1980 (c. 43, SIF 82), Sch. 1 párr. 293 Poseer algo con la intención de destruir o dañar la propiedad. E+WA persona que tiene algo bajo su custodia o control con la intención, sin excusa legal, de utilizarlo o hacer o permitir que otro lo utilice-.

Daña o destruye la propiedad de otro, sin tener motivos razonables para creer que la persona tiene derecho a hacerlo; daña o destruye la propiedad para permitir que cualquier persona cobre el producto del seguro por la pérdida causada; o manipula la propiedad de otro, sin tener motivos razonables para creer que la persona tiene derecho a hacerlo, y por lo tanto perjudica el uso de esa propiedad;

Dañe, destruya o manipule la propiedad de un organismo policial, de los bomberos o de un proveedor de servicios de gas, electricidad, vapor, agua, transporte, saneamiento o comunicación al público, sin tener motivos razonables para creer que la persona tiene derecho a hacerlo, y con esa conducta cree imprudentemente un riesgo de interrupción o deterioro de los servicios prestados al público; o

Conduce o coloca en cualquier árbol o tronco de sierra, sin el consentimiento previo del propietario, cualquier hierro, acero u otra sustancia lo suficientemente dura como para dañar las sierras o el equipo de fabricación o procesamiento de la madera con la intención de causar inconvenientes, molestias o alarma a cualquier otra persona.

El daño criminal en el derecho inglés era originalmente un delito de derecho común. El delito se refería en gran medida a la protección de las viviendas y el suministro de alimentos, y se imponían pocas sanciones por dañar la propiedad personal. La responsabilidad se limitaba en un principio al pago de una indemnización por daños y perjuicios.

Con el paso del tiempo, se introdujeron leyes específicas para hacer frente a situaciones concretas que se consideraban necesarias, sobre todo con el aumento de la mecanización y la urbanización durante la Revolución Industrial.

El derecho moderno de los daños penales está recogido en su mayor parte en la Ley de Daños Penales de 1971, que redefine o crea varios delitos que protegen los derechos de propiedad. La ley ofrece una estructura completa que abarca desde los actos meramente preparatorios hasta los delitos más graves de incendio provocado y daños con intención de poner en peligro la vida. Las penas varían desde una pena fija hasta la cadena perpetua, y el tribunal puede ordenar el pago de una indemnización a la víctima.

Mientras que el derecho consuetudinario protegía la vivienda y las fuentes de riqueza y alimentación en una sociedad mayoritariamente agrícola, la Revolución Industrial, especialmente el ludismo resultante de las amenazas que los trabajadores percibían para su subsistencia, exigió una nueva legislación a la altura de las circunstancias. La reacción del Parlamento ante el ludismo fue criminalizar la rotura de máquinas -la destrucción de la maquinaria textil- ya en 1721[4]. Inicialmente, el castigo era el transporte a las colonias, pero como resultado de la continua oposición a la mecanización, la Ley de rotura de marcos de 1812 estableció la pena de muerte[5].