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Violencia domestica y de genero

Violencia de género

¿Por qué algunas personas están dispuestas a ayudar a otras y otras (más bien) no? ¿Por qué algunas personas prefieren cooperar con los demás mientras que otras están dispuestas a explotar a sus compañeros de interacción en beneficio propio? El proyecto “Las tendencias básicas que subyacen a las diferencias individuales en el comportamiento prosocial”, financiado por el…

El objetivo de este estudio es investigar, a través de datos oficiales, el surgimiento y la evolución de la delincuencia, las reacciones judiciales ante el delito y las carreras delictivas. El Estudio de Cohortes de Friburgo es un proyecto a largo plazo que, debido a su diseño específico de cohortes y a su amplio período de evaluación, es único en Alemania. Las siguientes cuestiones son fundamentales…

El principal objetivo de este estudio es avanzar en la comprensión de las condiciones estructurales y los procesos sociales en relación con los problemas de delincuencia en los barrios urbanos en una perspectiva longitudinal. Las percepciones subjetivas de los residentes sobre el desorden y la delincuencia, así como el capital social colectivo, son mecanismos…

Las características sociodemográficas de las parejas se identificaron como factores asociados a la VPI. En seis estudios, el lugar de residencia fue uno de los factores asociados a la VPI, de modo que las mujeres que vivían en zonas rurales tenían más probabilidades de sufrir VPI que las urbanas [25, 52, 61, 62, 65, 79]. Del mismo modo, en dos estudios, la religión de las mujeres fue un factor asociado a la VPI, de modo que las mujeres pertenecientes al Islam tenían más probabilidades de experimentar VPI que las no musulmanas [65, 70]. Además de las mujeres musulmanas, las mujeres pertenecientes a la religión tradicional (adoradoras) y a otra(s) fe(s) eran más propensas a aceptar la VPI física que las mujeres pertenecientes al cristianismo [52].

Las diferencias entre la edad de las mujeres y la de sus maridos tenían una relación inconsistente con la experiencia de la IPV. En tres estudios, la VPI física se asoció significativamente con la edad de las mujeres y la edad al primer matrimonio [40, 48, 56]. La edad de las mujeres de 20 años o menos fue un factor de riesgo asociado a la VPI [82]. En un estudio, las mujeres que se casaron a la edad de 15 años o menos tenían cuatro veces más probabilidades de sufrir VPI que las mujeres que se casaron con más de 15 años [64]. Mientras que las mujeres (de 15 a 19 años) eran menos propensas a informar sobre la IPV emocional, las mujeres (de 25 a 29 años) y las mujeres (de 30 a 34 años) eran más propensas a informar sobre la IPV física y sexual, respectivamente, que las mujeres (de 45 a 49 años) [76]. No obstante, en dos estudios, las mujeres de mayor edad (35-49 años) tenían tres veces más probabilidades de informar de que habían sido víctimas de la IPV durante su vida y en la actualidad que las mujeres (15-19 años) [53, 79]. Además, la edad de los maridos fue un predictor positivo de la VPI [40, 49], pero la VPI sexual se asoció a los maridos menores de 35 años [51].

Los términos violencia de género, violencia doméstica y violencia contra la mujer transmiten conceptos similares y a menudo se utilizan indistintamente. Sin embargo, existen importantes distinciones entre ellos y sus implicaciones para los responsables políticos, los proveedores de atención y las supervivientes.

Esta violencia a menudo pasa desapercibida, no se trata y no se controla. Una manera de empezar a corregir la injusticia de la violencia contra las mujeres es comprender los diferentes tipos de violencia que experimentan las mujeres y luego buscar la mejor manera de abordar cada tipo de violencia.

La definición de las Naciones Unidas de la violencia de género es: “todo acto de violencia de género que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer… tanto si se produce en la vida pública como en la privada”.

La violencia de género también podría aplicarse a la violencia sufrida por las personas no conformes con el género. Es importante reconocer la violencia contra las personas no conformes con el género porque sus voces y su acceso a la atención pueden quedar marginados debido a su identidad de género. Además, las concepciones de género varían mucho en todo el mundo, de modo que el binario hombre-mujer presente en la sociedad occidental no siempre se ajusta a otras culturas. Es imperativo que los agentes occidentales que actúan en entornos globales delicados reconozcan y sean tolerantes con estas diferencias para poder abordar adecuadamente los problemas de la violencia de género.